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Gina Lynn ( Puerto Rico )

Nacida en Mayagüez, Puerto Rico, a los 7 años, tras el divorcio de sus padres, se mudó a Nueva Jersey, Estados Unidos con su madre. Cuando tenía 10 años su madre se casó con un hombre al que Gina llama su salvador ya que volvió a darle una familia, además de un hermanastro más joven.




Comenzó a asistir a un colegio privado católico donde se sentía muy fuera de lugar. Cuando aún iba al colegio comenzó a trabajar a tiempo parcial en un centro comercial, lo que le llevó a conocer y relacionarse con gente muy distinta a la que había conocido hasta entonces y lo que le llevó a hacer nuevas amistades. Conoció a una chica que trabajaba en un club de striptease y ganaba mucho dinero, así que Gina, deseosa de aumentar sus ingresos, comenzó a trabajar como stripper los fines de semana en el último año de instituto.

Dos años después Gina oyó hablar en las noticias sobre un club de striptease en Pennsylvania llamado Al's Diamond Cabaret donde muchos actores porno famosos hacían actuaciones y decidió acudir allí ya que le pareció muy interesante. Fue contratada y trabajo como stripper durante varios años, lo que le llevó a conocer a mucha gente relacionada con la industria del porno.

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Esperanza gomez ( Colombia )

Por curiosidad. Por eso terminó Esperanza Gómez ojeando una revista de rubios desnudos que pronto le quitaron el sueño. Tenía 13 años, la idea de que el sexo por fuera del matrimonio había sido creado por el diablo y un hermano mayor que en su cuarto guardaba páginas y páginas de pornografía. Vivía en una casa amplia en la que aún reside el recuerdo, quizá seco y abstracto, de un mal día cuando a los 7 años, un trabajador de su padre se bajó, a la sombra de una sonrisa maligna y lasciva, sus pantalones, mostrándole, de una buena vez, aquello que después sería centro de su inocente inquietud. Su caminar, como su vestimenta, tenían formas viriles —razón a la que atribuye las burlas de sus nueve hermanos, ocho de ellas mujeres, que le decían Patito Feo—, usaba el pelo “como virgen de pueblo”, y evitaba las miradas pecaminosas de los niños que durante las jornadas escolares se peleaban por sentarse a su lado. No podía recibir visitas de hombres, su padre repudiaba la ropa que...